Las aplicaciones de la firma digital más comunes son:
- Suscribir documentos, porque tiene el mismo valor de una firma manuscrita (legislación española)
- Identificar a una persona (DNI electrónico)
- Suscribir trámites judiciales
- Control de presencia (tarjetas electrónicas de los funcionarios de la Administración de Justicia de Cataluña), entre otras.