Control de acceso y control de presencia para los trabajadores de la restauración a través de un terminal biométrico de reconocimiento facial 3D. Además, permite realizar el control de acceso al TPV gracias a su sencilla integración.
La restauración es un negocio donde priman la velocidad, la higiene y el trabajo eficaz. Los empleados necesitan realizar sus tareas de forma rápida sin que ello comporte una disminución de la calidad del producto o el servicio.
En este entorno, las nuevas tecnologías biométricas encuentran su espacio, ya que son muy útiles para realizar control de acceso y control de presencia, gestionar turnos y rotaciones de empleados, de una forma rápida y efectiva.
El acceso a zonas de trabajo restringidas, cocina o alimentos, el control efectivo de las tareas realizadas por los empleados o el control de acceso al Terminal de Punto de Venta (TPV) son tareas que se pueden realizar mediante la instalación de un terminal biométrico de reconocimiento facial 3D.
Estos terminales son aptos para el control de acceso de cualquier negocio, pero la tecnología biométrica de reconocimiento facial 3D se ajusta perfectamente a las necesidades del mundo de la restauración, entre otros, gracias a las ventajas que tiene ante otros terminales.
En un negocio como el de la restauración nos encontramos en situaciones donde el control de acceso se debe realizar de la forma más sencilla posible y con la mayor brevedad, y también hemos de llevar al día todas las acciones que realizan cada uno de nuestros empleados.
Es aquí donde la tecnología de reconocimiento facial 3D se impone frente a otras tecnologías biométricas. Las tecnologías biométricas de huella dactilar o biometría vascular conllevan la utilización de las manos, y los establecimientos de restauración es habitual el uso de guantes, el transporte de alimentos, o hasta tener las manos manchadas por la manipulación del alimento, cosa que dificulta la identificación del empleado.
Por todo ello, la aplicación de la biometría de reconocimiento facial 3D se adapta perfectamente al mundo de la restauración, ya que el trabajador no tiene contacto con el terminal, facilitando su identificación y siendo totalmente higiénico, aspecto muy importante en la restauración.
Para entornos de más seguridad, o zonas de acceso restringido, existe la posibilidad de combinar la tecnología de reconocimiento facial con la tecnología de proximidad, mediante el uso de tarjetas RFID o pulseras RFID, igualmente higiénicas y de fácil uso.
El uso de la tecnología biométrica de reconocimiento facial 3D implica ganar en velocidad de reconocimiento, higiene y comodidad en el día a día. Es una tecnología muy competitiva y diferenciada del resto de tecnologías biométricas, la solución completa para el negocio de la restauración.