La huella dactilar se memoriza en la tarjeta de proximidad del usuario, el proceso de autenticación de la persona se realiza en el terminal biométrico de manera local
Para realizar una identificación o verificación biométrica se obtienen los datos de la huella dactilar de la persona que se desea reconocer mediante un lector de huellas dactilares; estos datos se comparan con los que han sido obtenidos y almacenados previamente, llamados template o patrón biométrico.
Usando la tecnología Mifare de identificación por radiofrecuencia, los datos de la huella dactilar son almacenados en una tarjeta o tag. De esta manera los datos están custodiados por el propio usuario, que para ser reconocido debe aproximar la tarjeta o tag al terminal de identificación ( para que el template o patrón sea obtenido a partir de un lector RFID) y posteriormente poner el dedo sobre el escáner biométrico.
El terminal de identificación, con tecnología RFID y biométrica sólo necesita guardar un código que identifica unívocamente la tarjeta de proximidad que contiene la huella biométrica de las personas dadas de alta en aquel terminal.
Este método de autenticación llamado SOC (Storage on Card), permite tener dados de alta en un mismo terminal de acceso y/o presencia decenas de miles de usuarios y que estos sean reconocidos con un tiempo de matching muy corto. A estas ventajas se les tiene que sumar la comodidad del usuario y la seguridad que ofrece la tecnología biométrica de huella dactilar, que no admite la suplantación de identidad.
Teniendo en cuenta estas ventajas, éste es un método muy indicado para entornos en los que se quiera seguridad, comodidad y en los que haya un gran número de personas. También es aconsejable para aquellas aplicaciones de acceso que es indispensable el tíquet o tarjeta pero en los que se quiera asegurar que solamente las personas a quien pertenezcan estos tíquets o tarjetas puedan usarlos (control de acceso a eventos, grandes corporaciones, administraciones públicas, entre otras)